24 horas sin dormir
No se de que me quejo, porque lloro
como una niña la perdida del sueño tan pesado otras veces? Mis ojos
han decidido no cerrarse para darle descaso a mi magullado cerebro.
Se han puesto en huelga de parpados alzados.
Cada tanto aparecen los síntomas de
este “insomnio” que me mata, pareciera un día de purificación.
Como cuando las mujeres del mundo dicen que los lunes solo verdura o
zumos o fruta, para desintoxicar el cuerpo. Yo desintoxico mi cuerpo
de horas de sueño.
Siempre he sabido por que no puedo
conciliar el sueño como el resto de mortales, pero me lo callo en
previsión de la segura visita al loquero en cuanto abra la boca; no
quiero dormir para no perder el tiempo, el tiempo se agota y yo lo
desperdicio cayendo en la inconsciencia ocho larguísimas e
improductivas horas? Mi mente no me lo permite, se activa, grita y se
lamenta por que no puede recuperar ese tiempo, así que me impide
dormir y me impulsa a estar activa, a no quedarme de brazos cruzados.
Me insta a que produzca algún tipo de movimiento, que escriba, que
lea, que camine pero nada de dormir.
Esas noches dando vueltas en la cama
son siempre aterradoramente inspiradoras, aunque mis ojos se voltean
en demasía a contemplar el camino recorrido y a lamentar muy
seguidamente errores que en realidad no cometí.
Que curiosa manera tiene la mente de
jugárnosla, siempre creí que mi cabeza debería gritar de horror
cuando al madurar mirar hacia atrás y contemplara las estupideces
que había hecho, en cambio la muy bastarda solo se altera ante todos
aquellos despropósitos que elegí no acometer.
En que mundo extraño me sumerjo esas
noches insomnes para solo ser capaz de ver todo aquello que me perdí?
No es mas desperdicio todavía mayor lamentarse de algo que ya no
puedes cambiar, en lugar de dormir?
La vida llena de experiencias no
siempre enseña bien. La lección que con mayor anhelo debería
aprender la olvide en el transcurso del día.
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