Guardate de los cambios

Bienvenido viajero a los territorios donde baila y canta el ruiseñor, no olvides dejar tu mensaje para que algo de ti quede en mis bosques y algo de mi te lleves contigo.

Guardate de los cambios que puedes sufrir si en territorio desconocido te adentras, pero no sufras, ni te lamentes, ya que no todos han de ser malos.

Viajero te deseo una feliz estancia en mi reino y una placida vuelta a tu mundo.

sábado, 4 de febrero de 2017

Pecado y Virtud de Mary Jo Putney


Reginald es incorregible. Pero este apuesto mujeriego se enfrenta a una trampa del destino. A unto de ser desheredado, Reginald consigue recuperar una antigua finca que había pertenecido a sus padres. Una casa que hasta ahora ha sido llevada con mano firme por un misterioso administrador. En verdad se trata de una mujer que acabará conquistando el corazón de aquel muchacho díscolo.


Un nuevo libro cae de su estantería bajo el peso de haberlo leído ya. Hoy hablamos de Pecado y Virtud, segundo libro de la saga Davenport.



En este caso debo decir que sigue las pautas de una novela romántica en la complicada sociedad británica del siglo XIX.  Y por lo tanto estoy encantada.

 

Mary Jo Putney siempre me convence de que leerla será todo un placer y en este caso no me ha defraudado en lo más mínimo.

 

El libertino más grande de Londres y la mayor heredera del momento se encuentran y se enamoran. Original, pues en este sentido no la verdad, más de lo mismo en lo que sería otra novela romántica al uso, pero… para que no nos aburrimos lo más mínimo la autora da un giro en la manera de presentar a nuestros personajes.

 

Reginald Davenport es un heredero desplazado, libertino,  borracho, buen jugador, honrado y de buen corazón. Típico libertino al que todas amaremos en cuanto nos crucemos en las páginas con el. Lady Alys Weston es una mujer absolutamente asombrosa que administra una propiedad para el conde Wargrave y también es la tutores de tres jóvenes, además de la heredera de nuestra historia.

Se conocen, se hacen amigos, mantienen una hermosa relación patrono y empleada que llega a ser una auténtica amistad reconocible más allá de toda duda, pero con un obstáculo que parece de tanto en tanto insalvable y que por extraño que parezca no viene de terceras personas que se oponen fieramente a lo que sea que haya entre ambos protagonistas. Y eso es precisamente lo que me atrapó de la historia. Sin grandes dramas sobre mujeres pérdidas o sobre hombres malvados, que los hay. Una historia de familia y embriaguez que me ha dejado llorosa en algunos puntos con frases tan sentidas como “este no es tu sitio”.  Fuera de contexto no tiene la fuerza que en la narración de Putney así que deberéis leerla para poder sentir toda su potencia. Que la tiene de verdad que si.

 

En este caso la novela premiada me parece una buena historia,  aunque teniendo como trasfondo esa época jamás seré imparcial porque me encantan, creo que se merece ese premio y la puntuación más alta que le podamos dar.  Así que desde aquí expreso mi encanto con un libro que no se hace pesado y que por extraño que parezca en su género deja atrás los bailes y las temporadas para centrarse en otros aspectos más olvidados y que no impide que brille con luz propia.